El IPC es el Índice de Precios al Consumidor, el cual mide los cambios que sufren los precios de los bienes y servicios que consumen las familias españolas. Este índice se obtiene gracias a encuestas continuas sobre los presupuestos familiares. El IPC es un indicador que mejor se adapta al progreso del mercado ya que está constantemente actualizándose.
Esta ha sido la evolución del IPC en estos últimos 10 años:
Este valor está muy relacionado con el petróleo y los conflictos entre países. Por ello este índice pasará a un segundo plano como referencia, y se empezará a utilizar el Índice de Garantía de la Competitividad o IGC. La razón es que el IPC puede subir y afectar a casi todos los servicios cuando la inflación real no ha subido. Pues si un bien aumenta notablemente su precio, como el caso del petróleo aunque los demás bienes no hayan sufrido apenas cambios, el IPC se incrementará.